miércoles, agosto 18, 2010

Obituario
Adiós Don Armando.....
Sólo resta decir lo siguiente: yo leí los cuentos de Don Armando, y no me gustaron; ví alguna vez alguna película suya, y tampoco me gustó. Pero Don Armando todo él superaba esas nimiedades de tinta de imprenta y cintas, porque Don Armando, como los antiguos griegos, era un sabio maestro que enseñaba desde la oralidad, en las respuestas que daba, en las conversaciones que sostenía en la televisión y que uno quería que no se acaben nunca. Como escribiera mi amigo el Hereje: "Uno de los pocos intelectuales íntegros que aún teníamos en éste iletrado país", y razón no le falta. Don Armando (librepensador y de espíritu ácrata) era de esa legión de privilegiados donde está, por ejemplo, el viejo Macedonio Fernández, el maestro de Borges. Borges en innumerables entrevistas manifestó que no fueron las obras de Macedonio las que le influenciaron y enseñaron, sino fue: el mismo Macedonio como persona, en sus deliciosas conversaciones, en su inmensa cultura, en su inacabable humanismo, en su genialidad de viejo diablo para dar la respuesta exacta y genial. Descanse en paz Don Armando.