domingo, mayo 24, 2009

Visitando difuntos...

De un tiempo a esta parte se me ha dado por visitar a mis muertos. Es decir: visitar cementerios, a mis difuntos. Hace unos meses atrás le pedí a mi esposa que me llevara al norte para visitar a mis abuelos y ponerles unas flores. Otro día (un domingo muy friolento) me levanté con las ganas de visitar el Presbítero Maestro. Así recorrí sus fríos mausoleos, leí sus epitafios, me persigné frente a la tumba de José Santos Chocano (el poeta más huachafo que hayamos tenido) y eché una flores al sepulcro de nuestros héroes de la Guerra del Pacífico. Hoy mismo fuí al cementerio para dejar unas flores pero esta vez a los muertos de mi mujer. Al regresar recordé que entre mis archivos guardaba una hermosa foto de Leopoldo María Panero en algún cementerio de España, rezándole a sus muertos en plan dark. Seguro que también era Domingo.

Para el tacho

Mario Montalbetti: 8cccpp



Mario Montalbetti ha publicado hace poco: 8 cuartetas en contra del caballo de paso Peruano. Un poemario que no tiene nada que ver con los caballos de paso ni con toda su cojuda pituquería aficionada; ni con José Antonios y Chalanes bufos. No. Es un poemario al que todos, pero todos, le han reventado cuetes y hablado maravillas. En lo que a mí respecta: debe ser el poemario más bajetón del poeta. No le entiendo ni madres, no tiene ese ritmo y ese brillo de sus otros poemarios que sí me deslumbraron. Su hermetismo es paja pura y sabe a delirio forzado (por favor Mario, deja de juntarte con Mirko Lauer). Un inútil rejunte de palabras que no me dicen ni mierda. Eso sí: la edición es muy bonita, pero de qué sirve esta si su contenido es desechable.