miércoles, febrero 11, 2009

El nuevo Augusto Alvarez Rodrich...


Yo no sé si Usted, amable lector, lo habrá notado, pero desde que al bueno de Augusto Alvarez Rodrich lo botaron de la dirección de Perú 21 (lloriqueo de por medio de toda una recua de asnos) y lo cobijara como columnista el diario La República, su pluma ha mejorado. Resulta que ahora Augusto ya no es más el aburridazo y encorsetado editorialista, sino, un aguerrido y feróz columnista de oposición que no se anda con medias tintas. Claro que, en el ambiente, la pluma de Augusto aún deja un humor de desconfianza ya que podría estar escribiendo en defensa de algún interés subalterno. Pero vamos, este renovado Augusto resulta más divertido y da ganas de leerlo. La patada en el culo trajo sus mejoras.

La memoria Peruana....

Cuenta el Historiador Peruano Jorge Basadre en su libro “La vida y la Historia” (un libro altamente recomendable) que cuando viajó a conocer Berlín visitó a un profesor suyo, un alemán que había sido director del antiguo Colegio Alemán de Lima donde el historiador había pasado sus edulcorados y muy disciplinados años de escolar. En ese encuentro el historiador le hizo la siguiente pregunta a su ex profesor: ¿qué diferencia encuentra entre un estudiante peruano y uno alemán?, el profesor le respondió: El peruano aprende rápido, pero olvida pronto, el alemán en cambio es lento para aprender, pero cuando aprende ya no olvida”. Este encuentro que podría tener ribetes de anecdotario es sin embargo un diagnóstico acertado y aleccionador: la memoria peruana es muy mala. Olvida rápido. Por eso somos muy proclives a la masoca (masoquista). Un ejemplo de ello es que Keiko Fujimori sea unas de las favoritas para trepar a la presidencia en el 2011. Ella y toda su pestilente atmósfera.



Aquí J. Basadre y su jauría generacional:



Aquí J. Basadre y Raúl Porras Barrenechea: