sábado, diciembre 20, 2008
viernes, diciembre 19, 2008
¡¡Desempolvan a Hidalgo!!
Nuestros empresarios Peruanos y la crisis mundial...
miércoles, diciembre 17, 2008
Y fue también delirio y patria: el Alemán "Gottfried Benn"...
En esta hilera hay vientres descompuestos
y en esta otra hay pechos descompuestos.
Cama apesta junto a cama. Las enfermeras se turnan cada hora.
Ven, levanta esta cobija.
Mira este grumo de grasa y humores podridos;
esto alguna vez fue importante para este hombre
y fue también delirio y patria.
Ven, mira esta cicatriz en el pecho.
¿Notas el rosario de blandos nudos?
Toca sin temor. La carne es blanda y no duele.
Esta mujer sangra como si treinta cuerpos tuviera.
Nadie puede tener tanta sangre.
A esta otra recién le extrajeron
un niño del canceroso seno.
Se les permite dormir. Día y noche. A los nuevos
se les dice: aquí se duerme hasta sanar. Sólo los domingos
se les deja despiertos un rato, para las visitas.
Pocos alimentos se ingieren. Las espaldas
están en carne viva. Ves las moscas. A veces
los lava una enfermera, como se lavan los bancos.
Aquí el camposanto sube hacia cada lecho.
Carne se adelgaza. Fuego vital se pierde.
Humores coagulan. Tierra llama.
PD.-Gracias a José Manuel Recillas, por ser un rendido cultor de la poesía de Gottfried Benn.
Comentario a: "Vagamente dos muertos: Carlos Oliva y Josemari Recalde"..
"Vagamente dos muertos: Carlos Oliva y Josemari Recalcalde" /el puñalón/ (con pequeños cambios en su nueva edición).
Si tuvieran que elegir la ciudad donde cualquier pelagatos después de muerto es convertido en mito o leyenda, sin duda la elegida sería Lima, capital del Perú que parió grandes personajes e inmejorables momentos, pero también Lauras Bozzos, vírgenes de yeso que lloran, y ridículos literatos. Aquí a un Poeta borrachín y drogón que escribe unas cuantas puerelidades y nos embota de lugares comunes se le cuelga el manido cartel de “leyenda maldita” después de tener una penosa muerte, como si su condición de vida desordenada y marginal fuera suficiente para ser recordado como "Poeta". Es el caso de Carlos Oliva a quien una sarta de borricos (todos ellos amigos suyo) hacen resaltar su condición de “yonqui limeño de los
Aunque en menor medida, sucede lo mismo con Josemari Recalde, integrante del que sería quizá la agrupación ( mancha, grupete, yo te estimo) con el nombre más huachafo en la historia de la literatura peruana “Geranio Marginal”. Autor de unos cuantos poemas interesantes y prometedores, Josemari era sólo eso: poemas interesantes y prometedores, y sus amigos que todo lo ven con ojos de madre pos-parto se encargan de colgarle un aura de poeta iluminado (que en vida nunca lo tuvo), a tal punto que de su muerte (la penosa y trágica muerte del poeta sucedió en circunstancias que su casa se incendiaba) han hecho todo un misterio que ha terminado por convertir al poeta en una "leyenda" de ocasión.
De Carlos Oliva no puedo decir nada. De Josemari un poco más y creo que es más que tendencioso colocarlo en el aura de los mitos que la chismosería de esta ciudad esculpe. Josemari incendió su cuerpo, eso es claro, lo del misterio te quedará bien a ti porque no conociste las circunstancias previas a su decisión ni el desenlace claro en la voluntad de forjarse algo de mito. La acepción de mito es tal vez lo primero que debas revisar, porque en el poema de despedida de Josemari, la palabra tiene una resonancia que aturde. No se trataba de un personajucho cualquiera y tampoco de un lector descuidado de los mitos, al mejor estilo de la lima que resucita su chabacanería en cada gesto. A los algunos poemas interesantes que mencionas, me gustaría algún día sumar los que me diera unos años antes de su suicidio, y te quedará claro que más allá de la opinión que guardes de Oliva, no puedes interceptarla ni de asomo con la de Josemari.
Aquí yace el fantasma de nuestro poeta.
lunes, diciembre 15, 2008
Jakob dice:
4)Hablando en serio: los que obeceden suelen ser una copia exacta de los que mandan.