viernes, julio 18, 2008

Celebración

25 años del Boogie Blues

Hoy el parque de la exposición de Lima estará alborotado, algunas hormonas entrarán en desvarío y seguro que más de un grito alharacoso sellará la noche de un viernes que promete. La banda del flaco Daniel F cumple 25 años y para la ocasión los fundadores de Leusemia se han vuelto a juntar (incluído Leo Scoria, que ha venido desde Italia para pasar una temporada en el Perú) para tocar no los temas de antaño sino los nuevos temas que estos fundadores han compuesto y están grabando bajo las mismas coordenadas (revisionismo de por medio) del rockanroll puro y brutal que los vió nacer, y que se verá editado en un disco que saldrá aquí, en México y España. Si algo me gustó de la banda es su afán de no repetirse y ese coraje de ir siempre a contracorriente. Para nostálgico los Picos Egoaguirres, los Rios, los nosequienes, y toda esa bola de cretinos que viven de sus mismos sonsonetes temas. Por lo pronto un servidor cerrará temprano su kiosko, vendrá su mujercita a recojerlo, y juntos nos iremos al aquelarre porque eso de ser siempre joven no hay que perderlo, te corres el gravísimo riesgo de convertirte en un perfecto imbécil.

jueves, julio 17, 2008

Vuelos de J.D. Salinger

Con amor y sordidez

Para Esmé, con amor y sordidez es uno de los cuentos más emblemáticos que escribiera J.D. Salinger ( por cierto, título que un escritorzuelo limeño y "contra el tráfico" tuvo la concha de plagiar para sus cojudas dedicatorias) que de los varios cuentos que escribió sólo consideró que nueve valían la pena publicarla, entre los cuales estaba la nombrada. Empieza con una historia inocentona y en medio de la narración hay un quiebre brutal: "Esta es la parte sórdida y emotiva del relato, y la escena cambia. Los personajes cambian. Yo todavía ando por este mundo, pero de aquí en adelante por motivos que no me es permitido revelar, me he disfrazado con tanta astucia que ni el lector más inteligente podrá reconocerme" (Pag.107). Quien narra es un combatiente, un soldado en plena segunda guerra mundial. Creo que es el cuento que dibuja en cuerpo entero a Mr. Salinger, el escritor no es el cazador oculto en el centeno sino un soldado traumatizado por los horrores de la guerra en medio de la dulce inocencia de maná de la adolescente Esmé, y la trágica carnicería de los hombres. Habría que recordar que Salinger fue un soldado norteamericano durante los sangrientos días de la Segunda Guerra Mundial, luego del cual se convirtió en un silencio absoluto sólo interrumpido por su escritura.