viernes, diciembre 28, 2007

Don Juan Salazar y La resistencia de la Libreria Peruana...

En la calle José Galvez, Miraflores, a la altura de la cuadra 5 de la Av. Diagonal, y como quien baja al mar miraflorino, con espíritu de artesano y de restaurador de antiguedades, Don Juan Salazar resiste el vendaval, la crisis de los tiempos, la perplejidad sudamericana, el huracán de los nuevos entretenimientos, las nuevas mamaderas de los nuevos mamones. Ahi digo, don Juan, como antaño lo hacía su maestro Mejía Baca, regenta una Libreria de "Cultura Peruana", para que esta se preserve en el tiempo, me dice este viejo lobo de mar.

El tiempo se ha detenido en el recinto de Don Juan: Radio Nacional las 24 horas del día o a veces un casett en su grabadora JVC de donde sale la voz de la negra Lucha Reyes. Toda la historia del perú en polvorientos papeles de ediciones antiguas. Piezas de colección sólo para algunos como aquella primera edición de "páginas libres" de Manuel Gonzales Prada. Libros sobre Lima (hoy inubicables) como el que escribiera Raul Porras Barrenechea; ediciones antiguas y de una belleza única sobre la vida y revolución de Tupac Amaru II, impresa en el algún taller tipográfico del Cuzco. El rescate y la encuadernación del esencial "La imprenta en Lima", en cuyas gruesas páginas uno se entera que fue en Lima donde se estableció la primera imprenta que tuvo Latinoamerica.

Hay tardes en que recibo la llamada de Don Juan para comunicarme que tiene un material que me puede interesar, lanza el título, y se oye apetecible. Como nos enseñó el Jesús ese, convierto el papel en dinero, y la joya ofrecida es mía.


jueves, diciembre 27, 2007

La putrefacción del cuerpo: bendito seas Rockanroll

Nos gusta el rockanroll, nos encanta sentarnos cual viejos escleróticos a calentar el culo mientras escuchamos un clásico nostálgico, mismo la hora del lonchecito. Y lo veneramos, nos bajamos los pantalones, y pleitesías per seculum seculorum.

Poco o nada nos hemos puesto a pensar de la inmensa estupidez con que muchas veces ha estado embarrado este género musical.

Verbigracia: un día, allá por los años sesenta, una turba de imbéciles melenudos no se le ocurrió mejor idea que cantar ñoñeses que hablaban de amor y de paz, pretendiendo cambiar al mundo mientras se drogaban las 24 horas del día. El saldo: idiotas de por vida por toda la droga consumida, muchos muertos frescos, y cadáveres convertidos en mitos demagogos. Le pusieron por mote “Hippies”.

Los Punk resucitaron a una pandilla de brutos y semihombres (por lo eunuco, digo) que ya se creía extinguida: Los Skinhead (de raíz europea), chicos con cabezas rapadas, con tirantes viejos, borsegos con punta de acero, y una pecana como cerebro. Sus canciones fachas eran nauseabundas, léase: “Odiamos a los latinoamericanos, nuestro orgullo blanco no nos permite rebajarnos con basuras”.

Nos gusta el rockanroll, claro que nos gusta, nos encanta sentarnos cual viejos escleróticos a calentar el culo mientras escuchamos “ese viejo clásico”, aún a riesgo de que sigas siendo tan idiota como antes.


El chiquero sigue de fiesta

Qué cosa inmunda se tendrán este par de gorditos para que el más alto, el más gigante, y porque no decirlo: el más cojudo y mentiroso, mantenga en el ministerio al más bajo y más gordito y más incompetente que se haya visto por estas tierras. Qué tondero moche con resbalosa de marmaja se sabrán estos. Cada incompetencia, el gigante, cerdo entre los cerdos, saca la chayra para "parar el macho" a los sabidos, a los moscas y demás pendejeretes que intentan apalear al gordito ministerial. El panorama es el siguiente: ¿Cuánto cadáveres más necesitará el chancho de Alan García Perez, para cambiar a su yegüa incompetente?.

De vuelta al barrio: Doris Bayly ( i ) las voces del cemento

Las primeras imagenes traen una melodía de resaca perpetua en la voz ronca de los Hermanos Brother aullando/pidiendo el regreso a casa. Aunque sea en covers, pero no del shalala de Tormenta sino de Gonzalo Farfán y su extinta banda. No sé que escritor acuñó este aserto: nunca debes volver al lugar donde alguna vez fuiste feliz. El tiempo lo habrá destruído todo. Verdad de veritas. El tiempo lo destruyó con nuevos ritmos y con nuevas ondas, aquellos ritmos que Doris tan perfectamente nos recuerda: Los heroes aguardan despierto bajo la tumba. Sólo los huevones no pelean, sólo los tarúpidos piden chepa, por eso me gusta el Surf porque ahí te mueres sólo (es el deporte de la ultrasoledad), por eso me gusta el Rockanroll beligerante, porque nadie lo recordará, porque tarde o temprano renacerá desde las cenizas. Lester Bang escribiendo contra todos. Johnny Thunders muriendo de cirrosis. Valdelomar armando en Ayacucho no precisamente un "paco" sino una pandilla que dinamitará al estado Peruano. Y va Doris en su nave de locos "Líneas Líneas Líneas escribir huevadas es la ocupación a la que me dedico de modo más persistente" /Chico de mi Barrio./1998/Jaime Campodónico Editores/. Tú: its only rock and roll.

miércoles, diciembre 26, 2007

Electroträsh: era de la destrucción


De Douglas Coupland aprendí que los recuerdos más importantes de nuestras vidas vienen de los primeros treinta años. Después, los putos recuerdos se escapan como el agua que se desborda de una copa ya colmada. Además aprendí que cuando uno es joven siempre anda como un animal depredador, esperando siempre el fin del mundo. Sin embargo, posteriormente, uno va haciéndose mayor y va envejeciendo, y el mundo sigue ahí frente a nuestras narices: vivito y coleando. El mundo, más desafiante que nunca, en su misma dirección teologal: vida y muerte. Entonces uno, como Coupland, empieza a reconsiderar la idea del Apocalipsis.