miércoles, diciembre 12, 2007

Zorba el griego y el mar de Chicama...

Oda al fracaso: una viuda y bella damisela de inmensos ojos griegos hace que la serpiente que está dentro de aquel debilucho hombre inglés sucumba a la lujuria y el final no sea otro que un desbordante y caliente río de semen sobre el que platón (el charlatán dependiente de la pulpería griega) nunca filosofó. Así, la vulva de la viuda convirtióse en un paraíso de amor y humedad en medio de los sempiternos parajes de Creta, aquella isla socrática y extraña bañada por las aguas de un mar que se parece tanto a las aguas saladas del puerto de Chicama. En Creta (Grecia) yace el cuchillo, el sexo, la religión, y el inagotable humor de Zorba. En Chicama-Perú en cambio, un hombre aguarda apacible a la ola más larga del mundo.


lunes, diciembre 10, 2007

Chinatown y Capón ( ex barrio de fumadores de opio)


¿Y si hacemos nuestra propia revolución cultural?, el fracaso, al menos, lo tenemos asegurado con anticipación. Aquí todo fracaso y trifulca revolucionaria es una raya más al tigre, ni odiar sabemos los peruanos. La obra mejor esculpida desde tiempos de Miguel Angel es el fracaso de la revolución peruana, sino miren al casi invisible arcángel que adorna el óvalo Gutierrez (Miraflores), los naif que calientan el culo en los Starbuck Café, el mugroso Manco Capac de la Victoria, el urinario en que se ha convertido la estatua de Haya de la Torre, y el vetusto y rajado edificio donde funciona la CGTP. La única revolución digna de admiración es la del Chifa y esa subconciencia nacional en forma de comida llamada “aeropuerto” (que se sirve desde los tenderetes de Pro, pasando por capón, los chifas de la av. aviación, y hoy en día el plato más pedido en el exclusivo Chifa Royal) . Así por ejemplo Mao jamás se imaginó que sería el mecenas de la calle capón y tomaría las instalaciones del chifa imperial Men Yi (publicherry: tiene los mejores patos azados/la chita al ajo es inzuperable/y los langostinos en salsa oztión, para el más exigente paladar nazional). Men Yi atrapado por ese cándido espíritu nacional del recurseo ofrece chucherías revolucionarias de toda calaña y al mismo costo que el gordito y blanquísimo Min Pao: Porta-lapiceros, billeteras, pañuelos, porta- carnets, hasta moneditas con el inefable rostro del camarada Mao Tse Tung. ¿No observan que estéticamente se ve mejor que nuestra bandera nacional y los colores gay de la dizque bandera incaica? (1).
(1)nunca imaginé que los Incas eran tan Glam.

domingo, diciembre 09, 2007

Como conocí Jerusalén..


He recorrido tres espléndidas obras del escritor Amos Oz (Jerusalén, 1939): "la bicicleta de sumji", "Una pantera en el sótano", y su ensayo "contra el fanatismo".Las callejuelas de Jerusalén, avenidas, templos, puentes, edificios, montes, contradicciones y fundamentalismos, las he sentido tan cerca que a veces me pregunto de donde diablos salió este señor, de qué lámpara maravillosa emergió para regalarnos tanta belleza y lucidez que vive a salto de mata bajo el constante peligro del bombardeo. La miseria de los suyos, la miseria, como no, de los otros, y la triste miseria espiritual del mundo; su obra nos permite entender el conflicto que embarga a Israel desde que se fundara como Estado y sus aristas fanáticas más radicales, donde incluso la Literatura tan utilizado para inflar el odio y la superioridad (no toda, claro está) ha jugado a veces un tristísimo papel en la historia de la humanidad. El fanatismo -nos enseña Amos- es más viejo que el Islam, que el cristianismo, que el judaísmo. Más viejo incluso que cualquier estado, gobierno, o sistema político.