jueves, agosto 02, 2007

EL ROCK SUBTERRANEO ESTÁ DE DUELO...


La primera baja decente y sentida de eso que se llamó (y se llama) Rock Subterráneo acaba de producirse hace unos días. La muerte de Edwin Núñez fundador de "Ezcuela Cerrada" (una de las bandas más extrañas y arriesgadas del circuito) enluta a esta Lima gris. Aunque muchos no los saben fue Edwin el primer integrante de Leuzemia, mucho antes que llegara Leo Escoria (mis investigaciones al respecto, así lo señalan). Vecino de la Unidad Vecinal No. 3 y amigo de la infancia de Daniel Augusto Valdivia Fernandez (alias Daniel F), Edwin vivía retirado de todo quehacer musical luchando contra una enfermedad que le aquejaba desde hace años. Quienes lo conocieron sabían de su sapiencia musical, de su disciplina y de su inmenso amor por el Rock que nunca lo hizo capitular. Su última participación fue haber sido colaborador de los hermanos Valdivia en la producción de ese fenomenal disco que nos apabulló allá por los años 90 intitulado “a la mierda lo demás”. Descansa en Paz Edwin.

FEISER y SU CELEBRADO REGRESO...

El Rock en el Perú ha sido siempre de una pobreza única, salvo contadas excepciones la escena ha sido tan famélica que en los años 80 dicha enfermedad produjo sus propios tumores, para variar malignos ya que nunca pudieron ser extirpados para siempre. Prueba de ello es lo que leemos hoy en las noticias: el regreso de esa metástasis de banda nacional llamada Feiser, grupete del siempre impresentable periodistas Alamo Pérez Luna. El regreso viene con disco y DVD de un documental en donde –según dan cuenta los tabloides- se afirma que Feiser es un referente obligado en la pírrica historia del Rock Nacional (bueno, ríanse, pero no hagan tanta bulla que pueden joder la fiesta). Si pues, debe ser verdad, por eso lo que se conoce y se conoció como Rock Nacional fue todo aquello que nuestras idiotizadas radios daban siempre a conocer. Al final el público (ese omnipotente dictador y consumidor voraz de cualquier estiercol) tiene lo que se merece.
En la foto: resalta un pipiolo, dócil y doméstico Alamo Pérez Luna, antes, mucho antes que conociera a Valdimiro Montesinos, su otrora maestro.

miércoles, agosto 01, 2007

EPITAFIO PARA SOBREVIVIENTES...

Ya os digo que éste mensaje puede enseñar más que un episodio novelado de mil palabras. Pero qué pesimista el chico, joven, señor o anciando que escribió tamaño apostolado. Como Jeremías, abatido por la puta vida caminan todos: trabajar para ganarse los frejoles haciendo oficios inútiles y aburridos, dando cuenta de nuestros actos a un cretino que te mira de acuerdo a su estado de ánimo. Para ellos toda mi flatulencia, la más cochina ventosidad que salga de mi culo. Hoy, por ejemplo, mi taxi pasó por la funeraria "aquí te espero" y se me erizó el cuerpo. Por mi viviría 300 años asi sea esto un infierno, un atormentado capítulo dantesco o el apocalipsis mismo. Sobrevivir, es la palabra correcta, sobrevivir para seguir jodiéndote la vida, suena bien la frasecilla mamona ¿verdad?. ¿No fue Barry Gifford quien escribió eso de que en la vida sólo queda dos caminos: Matar y Follar?. Bueno, eso también suena bien. Ahí os dejo el mensaje, querido lector.

lunes, julio 30, 2007

La resistencia de un viejo oficio olvidado "La encuadernación"

Querido lector: a medida que un país se degrada culturalmente todo va desapareciendo lentamente y extinguiéndose hasta niveles de jubilar la inteligencia. Cuando se ha jubilado la inteligencia, como en el Perú, entonces el pueblo se convierte en un pordiosero con consecuencia fatales tales como: el trastueque de ideales (seres acomplejados) y el acarneramiento de sus gentes. En ese trágico contexto no podía tener otro fin el antiguo arte gráfico (muy ligada a los albores de la imprenta) y con ella el viejo oficio de la encuadernación hoy casi extinta a pesar que una se alimenta de la otra. El Arte Gráfico (imprenta) que antaño era un oficio tan igual a la de un agente cultural y un Librero, de importantísimo papel en las revoluciones sociales (recuerde el lector al sindicato gráfico Peruano que en sus inicios reunió a hombres de gran valía y hoy tan sólo la componen mercaderes) hoy se ha convertido en un ordinario negocio. Pero es la encuadernación la que se ha llevado la peor parte de esta ruindad al haberse reducido su utilización a pequeñas cofradías o a simples pedidos gubernamentales. Fue la encuadernación la que en épocas romanas sirvió para cuidar los Códices, su practica fue de esmero en los monasterios medievales para conservar el pensamiento cristiano, y la España visigoda hizo de ella la más excelsa obra de arte: adornar de pedrería la tapa de cuero de la vasta obra literaria. Las grandes y antiguas bibliotecas del mundo como la de Alejandría tuvieron en la encuadernación al mejor aliado para la conservación de siglos de pensamiento, porque siempre ha sido patrimonio de la encuadernación conservar el pensamiento y la historia que yacen en los textos, y a luchado contra la carcoma, contra las larvas de los bichos que quieren desaparecerla, y hoy en día lucha contra el ser humano cretino que pretende olvidarla.


En la foto: la aguerrida Mexicana Dulce María Luna y la práctica de un viejo oficio que se resiste a morir, y que ella ayuda a que sobreviva.

¿ALGUIEN QUIERE A ESTE APESTADO?

Mala noticia la que nos llega por los medios de comunicación. Pésima noticia, albergaba la esperanza que éste Japonés (cuyo nombre no pongo aquí para no ensuciar mi blog) se encuentre bien lejos del Perú, que sean las tierras niponas las que se infecten de esta peste, que sea todo el Japón quienes huelan su cadaver putrefacto. Pero no, ni Japón lo quiere como político, la miseria de votos obtenidos así lo revela. El escenario se complica, porque quizás el Japonés venga extraditado al Perú y ahí si el vulgo (esa mansedumbre que se contenta con un pedazo de carne lanzada como a perro) lo vuelve a llevar al poder, bajo la anuencia de ese estropajo que tenemos como élite empresarial y la ruborización cómplice de muchos generaletes, amén de ese abigarramiento de mediocres que es el Poder Judicial quienes lo tratarán como persona decente, como a señorita de bien. Tengo la fé, aguardo la ilusa fé que si al Japonés lo extraditan y éste llega a esta tierra (que nunca fue suya), mis paisanos los Peruanos hagan (al menos una vez en su vida) el noble acto histórico y civilizado de instalar la Guillotina, es la Guillotina el final para este miserable.