miércoles, enero 17, 2007

CONTRA EL HOMBRE: EL SCUM MANIFIESTO, ANDY WARHOL y VALERIE SOLANAS

Nadie puede negar la importancia del marica y genial Andy Warhol en el Pop Art. Lo suyo era un amaneramiento de Divo que envuelto en un afiebrado delicatess escalaba nubes que lo convertían en una especie de cenicienta que ansiosa espera merecer un pene. Aunque de visiones oscuras, masoquistas y eróticas, Warhol era asustadizo como una gallina. Hizo del Factory un lupanar brilloso púrpura donde se encaramaba (y se encamaba) como el Rey midas de todos los vicios. New York respiraba y sudaba a Warhol, hasta el orine y el excremento habían patentado su nombre.

Del otro lado de la línea (y casi compartiendo cuitas) estaba la panfletaria y lesbiana “Valerie Solanas”, aquella escritora (tal era su ocupación y su talento que los snobs adictos a Warhol siempre le negaron) que le regaló al pechito del artista una ración de plomos. Era la venganza de Valerie por la trafa de Warhol (la pérdida de los manuscritos de su obra nunca fue negada por el artista), y el ajuste de cuentas incluía convertirse en la peor de sus pesadillas.

Pero Valerie era más que una pistola disparando contra Warhol. Valerie era autora de ese bello panfleto rabioso llamado "Scum Manifiesto". Un panfleto impecablemente escrito cuya lógica bien articulada tenía como único fin derribar y desenmascarar al “macho” , esa imperfección cuasi mujer –según valerie- que es el género masculino y cuya función en la tierra no ha hecho sino generar violencias y miserias.

Nunca había leído un panfleto tan volcánico contra el sexo masculino, que devota de la vitalidad y la ira, hacen sucumbir la tinta y el papel, y tamborilear los ojos del lector.

Sabido es que el panfleto Scum Manifiesto sirvió de base para que en el futuro se ensayen algunas ideas contra el hombre plegándose algunos escritores a sus postulados (y unos pocos a su causa) como es el caso del francés Michel Houellebecq que en su obra “las partículas elementales” recoge ideas similares a las del Scum.

"En otras palabras, las mujeres no envidian el pene, pero los hombres envidian la vagina. En cuanto el macho decide aceptar su pasividad, se define a sí mismo como mujer (tanto los hombres como las mujeres piensan que los hombres son mujeres y las mujeres son hombres) y se convierte en un travestí, pierde su deseo de joder (o de lo que sea; por otra parte queda satisfecho con su papel de loca buscona) y se hace castrar. La ilusión de ser una mujer le proporciona una sexualidad difusa y prolongada. Para el hombre, joder es una defensa contra el deseo de ser mujer. El sexo en sí mismo es una sublimación". ////(Scum Manifiest)