viernes, diciembre 08, 2006

LOS OJOS NEGROS y LA LETRA GÓTICA

Que en estos días de tímido sol limeño no da ni las putas ganas de escribir, es cierto, pero ahí la hacemos de puro pendejo nomás. Salgo de la oficina y el papeleo aumenta, llegó a casa y despatarrado embisto a Juan Gonzalo. ¿Qué quien es Juan Gonzalo?, diré primero que es Juan Gonzalo Rose, un Poeta de antaño de mirada filosófica y pelo ensortijado, y por cierto finadito. Dicen que era algo marica pero tenía pluma notable. Lo de marica es lo de menos (es noticia de cotilleo para la chusma) lo de poeta es lo esencial. Juan Gonzalo, aunque tacneño de pezuña, amaba Lima, y a diferencia del señorito historiador de ojos azules Raul Porras Barrenechea, éste romántico la amaba en su lírica más callejera y malandrín, nocturnal y puta, expresidiaria y criollona de resbalosa letras que nacían de la pujanza del chorito a la chalaca, una cajetilla de cigarrillos premier, cerveza al polo, y poemas sueltos de León Felipe . Nos dejó en 1983, dicen que ese día, desde las ventanas del Hospital del Seguro Social, el cielo invitaba a todos a irnos a la mierda.
NATA NATAL(Juan Gonzalo Rose)

Yo te perdono, Lima,
el haberme parido en un quieto verano de abanicos y moscas.
Por varias veces fuime lejos de tu pechuga y conocí avenidas con el pelo rapado,
divanes consumidos por las pulgas prendadas de mi cuero;
pero también hamacas colgadas de la luna.
Y en todas partes, Lima, te extrañaba.
Más que pasión la mía, es tu mala costumbre de quererme casi sin consultarme,
de servirme en la cama garrafas de agua viva traídas por doncellas y pajes malandrines.
Yo te perdono, antigua, tu chochera conmigo, mi chochera contigo, nuestros ambos cariños al pie de la mampara.
Tristes reliquias somos de un hermoso país que jamás conocimos.